Páginas

sábado, 17 de diciembre de 2022

REFLEXIONES DE LA PALABRA (DLXXXVII). Domingo IV de Adviento

 

 
Las lecturas que escuchamos en este cuarto y último domingo de Adviento nos sitúan ante la inminente celebración del nacimiento de Jesús.

En ellas, vemos como San Pablo subraya cómo Jesús, el Mesías Salvador, no llega de manera extraña, sino que arraiga en la historia del Pueblo de Dios encarnándose, formando parte de la tribu de Judá y del linaje de David. Llega como un signo de fidelidad de Dios con el pueblo con el que se alió.

De este modo, a las puertas del nacimiento de Jesús, hoy el relato evangélico da entrada a la figura de san José, descendiente de David y Salomón, quien, tras unos primeros momentos de confusión y desconcierto ante el misterio de la encarnación, deja de lado sus proyectos y decisiones, y se pone en manos de Dios, ajustándose a la voluntad del Señor, y recibiendo una misión, que es la de acoger en su casa a la Virgen María y a su Hijo, aceptando aquel niño como suyo propio, poniéndole un nombre y actuando como su padre con todo lo que eso conlleva. De este modo, se cumple la profecía de la primera lectura, en la que el profeta anuncia el nacimiento de un heredero que confirmará la alianza divina con la dinastía de David.

Así pues, san José acepta una misión que no entraba en sus planes iniciales y se deja complicar la vida por Dios.  Porque Dios le complicó la vida, ciertamente, y bien seguro que cambió sus planes de arriba abajo; pero complicándosela, la hizo más grande de lo que él mismo podría haber sospechado jamás.

Pidámosle, pues, ahora que ya estamos a las puertas de la Navidad, a san José y a la Virgen María que nos dejemos complicar la vida por Dios; que no busquemos un Dios domesticado, al servicio de nuestra comodidad; sino que estemos abiertos a cumplir su voluntad... Dejémonos complicar la vida por Dios y como san José, acojamos en nuestra casa a Jesús y a María. Así nuestra vida, como la de san José, será grande por el bien de nuestros hermanos y para la gloria de Dios.


Mn Ramón Clavería Adiego;
Director espiritual de Abril Romero.
 

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Hola, bienvenid@ a Abril Romero. Deje su mensaje o saludo.