La Stma. Virgen de la Cabeza en Sta. María La Mayor. HDAD. MATRIZ. |
Nuestra Madre, María Santísima de la Cabeza llega a su
pueblo elegido, Andújar, de mano de sus fieles y devotos, la frase que todos
queríamos escuchar y que, en efecto, así fue. Todo empezaba a las 06:30 AM aproximadamente
con el guion de camino de la Real Cofradía Matriz de Andújar presentándose a la
imagen de Nuestra Madre seguida de todos sus cofrades. Una presentación especial,
sin banderas, sin estandarte, únicamente guion de camino y cetros, y un sin fin
de almas rezando. Tras la misa, las andas flotaban a lo lejos con la Virgen de
la Cabeza reinando las calzadas para posteriormente, no entrar en la conocida
“Ciudad de la Carretas” y continuar su camino dirección Andújar.
Un sin fin de personas, historias, promesas e ilusiones acompañaban las
andas de traslado en todo momento, y casi cada medio kilómetro una cofradía
filial esperando ansiosamente su turno para portar a la Virgen. Personas de
todas las edades avanzaban por el asfalto de la carretera esquivando a la gente
de alrededor y pidiendo perdón al de delante por pisarle los talones sin
querer. Un camino bonito, un escenario inmejorable y el tiempo acompañando en
todo momento, de la misma forma que nosotros. Acercándose las 10:00 de la mañana,
los rayos de sol aparecían reflejándose en ese manto dorado y plata que destacaba
entre el verde de Sierra Morena. Un camino lleno de risas, de lágrimas, de
confesiones, familias, amigos de siempre, nuevos del camino u otros los cuales
llevaban sin verse incluso más tiempo del que lleva Nuestra Madre sin bajar,
pero esos que con una mirada no importa el tiempo que pase que sabes que será
tu compañero en todo momento. La solidaridad abundaba, muchas peñas se distribuyeron
por todo el camino ofreciendo suministros de comida y bebida a todo aquel que
pasara, todos los caminantes ofrecían a su vez comida y agua al de al lado. Una
de las situaciones más puras que haya vivido, un camino hacia Andújar, siendo
nosotros sus hijos, su guía, sus pies y sus manos.
Un camino largo pero agradable, cansado pero satisfactorio y sobre todo
agradecido a todos los que han hecho que sea posible y han formado parte de él.
Un camino que finalizaba en el Seminario, punto de meta para posteriormente
realizar el traslado, esta vez ya acompañada de sus banderas y estandarte,
hasta la que durante dos semanas será su casa, Santa María la Mayor. Con forme nos
aproximábamos al seminario se veía una masa de gente más y más grande, la cual,
al llegar la hora de partir hacia el centro de la ciudad, se hacía cada vez más
interminable. Decenas de miles de rostros de personas recibían a Nuestra Madre en
su pueblo, las calles engalanadas hasta el
último detalle, coplas, “petalás” y fuegos artificiales se hacían de notar
para venerar a la Virgen de la Cabeza en su paso por Calle Ollerías y la Plaza
de España. Un sentimiento de emoción, el constante baile de banderas por
chicuelinas anunciaba que ya está aquí, abanderados valientes y alegres que no dejaron
indiferente a nadie a su paso por su pueblo.
Y al llegar a Santa María, y con la Torre del Reloj
por testigo, la Virgen de la Cabeza entraba en la que será su casa hasta el próximo
5 de noviembre. Un altar precioso la esperaba junto a muchos de los caminantes
que le acompañaron. ¡Arriba!, gritaba el fiscal para que las banderas formaran
su particular arco para darle paso entre vivas. Ya está aquí, en su casa, en su
pueblo elegido.
Artículo: Antonio J. Moreno Reche
ABRIL ROMERO
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