Todo lo que rodeaba al manto verde de la Virgen de la Cabeza de la capital hispalense era una incógnita. La fecha de su ejecución, su autoría, su estreno… todo, menos su donante: Don Antonio Gutiérrez Rodrigo, Hermano Mayor que de la hermandad sevillana en los años treinta de la centuria pasada así como padre, suegro, abuelo y bisabuelo de cofrades y romeros hondamente arraigados en la corporación. Con la intención de dar a conocer estos datos desconocidos sobre el mismo, se revisó al acta donde se regula la donación del citado y mencionado manto verde, fechada la misma en el día 30 de mayo de 1935. En el acta de donación, además del manto verde, se habla también de un “mantolín de raso blanco, pintado al óleo en estilo de flores y guarnecido de encaje de oro, para vestidura del Niño Jesús (…) y un rostrillo ovalado, hecho con lentejuelas de plata y nácar e hilo de oro”. Pocas, por no decir ninguna, son las noticias que tenemos del “mantolín” para el Niño de la Virgen. Mejor suerte ha corrido el rostrillo, el cual sigue utilizando la Virgen con cierta asiduidad, como por ejemplo en los meses de verano o en el Triduo.
El manto de la Santísima Virgen ejecutado en terciopelo verde oscuro, con aplicaciones de tisú de oro, y bordados en hilos de oro, y plata, con los escudos de las ciudades de Sevilla y Andújar en el centro y rodeado por flores bordadas en seda de colores, y con unas dimensiones de 1,35 metros de alto por 2,00 metros de ancho sería bordado entre los últimos meses del año 1934 y los primeros de 1935, “en el piso principal de la casa número 3 y 5 de la calle Bécquer”, domicilio de don Antonio Gutiérrez. Hay que tener en cuenta que esta vivienda se encontraría en lo que es actualmente el número 3 de la calle Bécquer, lugar donde se encuentran dependencias de la Hermandad de la Macarena. La autoría del manto se debe a “las hermanas señoritas Ángeles (dibujante y directora), Isabel, Antonia y Aurora Navarro Calderón, y por su señora esposa [del donante] Doña Adela Naranjo y Naranjo”. Tras ciertas averiguaciones, hemos llegado a la conclusión que en el primero de los nombres recogidos en el acta de donación, Ángeles, debe de existir una errata, no existiendo ninguna Ángeles en las hermanas Navarro Calderón, pero sí una Ángela, siendo esta la autora, por ejemplo, de la túnica del Señor de la Sentencia de la Hermandad de la Macarena donada en 1960 por Juanita Reina y diseñada por Joaquín Castilla. Teniendo en cuenta que el acta de donación se efectúa el día 30 de mayo de 1935, que el manto acabó de ejecutarse en los primeros compases del referido año, y el parecido fonético entre ambos vocablos (Ángeles y Ángela), no sería de extrañar que la persona que redactaba el acta o el que dictaba el mismo, cometiese este error.
En contra de lo que podría pensarse, y de lo que quizás fuera lo lógico, el manto no fue estrenado por la imagen de la Virgen de la Cabeza de nuestra hermandad que se veneraba en aquella fecha en la iglesia conventual de San Buenaventura de la ciudad de Sevilla. Se hace constar en el acta de donación que el manto fue estrenado por la Virgen de la Cabeza de Andújar en su procesión del último domingo de abril de 1935 por las calzadas del Santuario, la cual tuvo lugar el día 28 del citado mes. Curiosamente, se trató de una de las últimas romerías que presidió la antigua imagen de la Virgen que desapareció en el desgraciado asedio al Santuario de 1936 y 1937. Esto dota al manto de un valor sentimental e histórico incalculable desconocido hasta la fecha. El donante, o sus herederos si este ya hubiese fallecido, se comprometía a entregar el manto, mantolín y rostrillo las veces que así lo solicitase la Junta de Gobierno de la Hermandad para vestir a la imagen de la Virgen. Una vez utilizados, serían devueltos al donante o a sus herederos para que custodiasen y conservasen los objetos. Esto es algo que en la actualidad no se hace, ya que el manto y el rostrillo, que son las únicas dos piezas que se conservan, se custodian y conservan en las dependencias de la propia hermandad. Una comisión formada por el consiliario 1º de la hermandad, el mayordomo, el fiscal, el prioste y el secretario, que a su vez actuaba como fedatario, fueron los encargados de recibir esta donación, acordándose de común acuerdo, y a efectos del inventario de la hermandad, en tasar el manto en un valor de cinco mil pesetas, el rostrillo en ciento cincuenta pesetas y el mantolín del Niño Jesús en setenta y cinco pesetas.
Cofradía de Sevilla
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