Hoy la Palabra de Dios nos propone acercarnos a dos de los
grandes temas cuaresmales, que son la alianza y la lucha penitencial contra el
mal. La alianza que vemos en la primera lectura que Dios hizo con Noé es signo
del pacto de amor que el Señor tiene con cada uno de nosotros en virtud del
Bautismo que hemos recibido. Mirad, el relato del Génesis nos refiere que el
diluvio no es un castigo más, sino una gran oportunidad de comenzar de nuevo,
pues es el motivo de una alianza inquebrantable entre Dios y los hombres; del
pacto amoroso de Dios con la humanidad redimida, que tiene su origen en la
inmersión renovadora en las aguas del Bautismo, donde cada creyente inicia su
camino hacia la gloria en virtud de la fuerza salvadora de la muerte y
resurrección de Cristo.
Pero el camino hacia la gloria
está también lleno de trampas, de tentaciones, para apartarnos de la senda de
la salvación. De hecho, en el evangelio vemos como Jesús es empujado por el
Espíritu Santo al desierto para vivir un tiempo de prueba como preparación para
su misión mesiánica. Nosotros somos tentados, si, es cierto . Pero Jesús
también fue tentado; y sufriendo y venciendo las tentaciones nos demuestra que
el mal siempre puede ser vencido desde la conversión y la fe. Cierto que en la
vida cristiana nunca falta la lucha contra todo aquello que nos aparta de Dios;
lo sabemos bien; y a veces tendremos la sensación de que somos demasiado
pequeños y débiles ante la tentación. Pero el Señor siempre viene a nuestro
lado para defendernos y ayudarnos.
Vamos a pedirle, pues, a la Virgen
María, que en este tiempo de Cuaresma, todos los cristianos, iluminados por la
Palabra de Dios y fortalecidos con el Pan de la Eucaristía, recibamos del Señor
la fuerza necesaria para vencer las tentaciones que pretenden apartarnos de su
lado, y así vivamos una auténtica experiencia de encuentro con Jesucristo y,
con espíritu de verdadera conversión, seamos capaces de vivir sinceramente el
Evangelio, danto testimonio de vida cristiana ante todos.
Recorramos, pues, con espíritu de
conversión sincera este tiempo de Cuaresma que Dios nos regala con la mirada
puesta en la Pascua, donde Cristo triunfará sobre el mal y la muerte para
darnos vida.
Mn. Ramón Clavería Adiego;
Director espiritual de Abril Romero.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Hola, bienvenid@ a Abril Romero. Deje su mensaje o saludo.