La palabra de Dios que escuchamos hoy nos previene de la
codicia, de creer que nuestra felicidad y salvación está en los bienes
mundanos. Por eso nos pone ante el dilema de la fe que nos salva y el
materialismo reinante que ha infectado muchas conciencias que, más que aspirar
a la salvación, lo que buscan es la solución.
Y es que si nuestra vida se limita a buscar simplemente lo
material, podemos acabar siendo unos desesperados, como el autor de la primera
lectura, que siente la vida como un gran engaño, como una decepción total. Tengámoslo
claro: el día que nos muramos, que a todos nos tocará, un día u otro, no nos
llevaremos a la tumba nada de lo que tenemos en este mundo, si acaso, algún
traje de mortaja y algún rosario en las manos.
Por eso que tenemos que preocuparnos en lo que de verdad
importa en la vida, y no dejarnos atrapar por la ambición. Como nos dice san
Pablo en la segunda lectura, tenemos que buscar los bienes de allá arriba,
donde está Cristo, no a los de la tierra... A ver, ¿nos hemos parado alguna vez
a pensar que a Dios le importa un pimiento que tengamos mucho o poco dinero,
buenos coches, ropa de marca...; y que la verdadera riqueza está en el amor de
Dios compartido con los hermanos?
Mirad; en este mundo se vive mucho de apariencias. Pues
bien, nosotros no nos tenemos que conformar con apariencias, con bienes
materiales de la tierra, que no van a durar. Por eso tenemos que buscar los
bienes de arriba que os decía, los que duran, los que dan verdadero sentido a
la vida... Y el verdadero sentido de la vida no es disfrutar a tope y pasarlo
bien a toda costa, no. El sentido de la vida es el amor. Y Jesús nos abre el
horizonte a una vida con sentido, a ser ricos para Dios. Y seremos ricos para
Dios en la medida en que tengamos el
corazón grande y abierto al amor de Dios y del prójimo.
Pues que Santa María nos ayude a descubrir que nuestra
riqueza es el Señor, y que sólo Dios dará verdadero y pleno sentido a nuestra
vida.
Mn. Ramón Clavería Adiego;
Director espiritual de Canal Romero.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Hola, bienvenid@ a Abril Romero. Deje su mensaje o saludo.