Rumbo al Santuario
De Andújar, donde proliferan los monumentos barrocos y los puentes que salvan las medianas aguas del Guadalquivir, parte la carretera que sube hasta el Santuario de la Virgen de la Cabeza. La carretera conduce a la zona residencial de Las Viñas, donde se levantaron bellos cortijos decorados al más puro estilo andaluz como residencia de verano de la aristocracia iliturgitana. En este punto es posible alquilar algún alojamiento rural para disfrutar con más tranquilidad de los encantos que ofrece esta sierra.
La carretera continúa a la izquierda pasando por el Monumento al Peregrino. Tras cruzar el puente sobre el río Jándula aparece la finca de Lugar Nuevo. Ya sólo faltan unos kilómetros para llegar al Santuario donde se celebra la conocida romería de la Virgen de la Cabeza. Cuenta la tradición que en 1227 un pastor encontró en el cerro una imagen de la Virgen, la Morenita, que le expresó su deseo de tener un santuario. Las obras comenzaron en 1287 y terminaron en 1304. Más allá del santuario mariano la carretera se alarga buscando el norte, entre paisajes despoblados, silenciosos y olvidados. La carretera que conduce a Puertollano atraviesa la parte más salvaje y desconocida de Sierra Morena y se adentra en la versión manchega de la gran cordillera montañosa que divide Castilla y Andalucía. Allí se la llama Sierra Madrona y es tan majestuosa como la andaluza.
Artículo: Carolina Oubernell
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