Abril Romero Información: VESTIMENTA PARA UNA REINA – ATAVIADA PARA LA FIESTA DE LA APARICIÓN 2021

Ntra. Sra. la Stma. Virgen de la Cabeza ha amanecido sobre un risco, el más alto de Sierra Morena, sin más atavío que un manto, y deslumbrando al mundo con la hermosura de su talla.

Ntra. Sra. de la Cabeza, en su Altar para la fiesta de la Aparición 2021

“Dormía Sierra Morena y se escuchó una campana…”. Entronizada en un majestuoso Altar, sin rostrillo, ni atributos, amanece Ntra. Sra. de la Cabeza sobre un risco que representa la Aparición de la Reina de Sierra Morena ante el pastor de Colomera, Juan Alonso de Rivas, en aquel 12 de agosto de 1227.

Ntra. Sra. de la Cabeza, en su Altar para la fiesta de la Aparición 2021

La Imagen de la Patrona andujareña, sólo porta un manto de cola adamascado bordado en oro fino de diseño y hechura conventual, más realzado en las vistas del frente y en la parte trasera del mismo, con elementos florales bordados de oro y pedrería. Dicho manto, le fue ofrecido y bendecido para revestir la sagrada Imagen a comienzos de los años 60 del pasado siglo.

Sobre las cabezas del Divino Redentor y de la Patrona de la Diócesis de Jaén, lucen las coronas de la Reconoración del desagravio en 1960, tras la desaparición de la antigua Imagen de Ntra. Sra. en los hechos de la Guerra Civil. Las preseas fueron realizadas por el joyero cordobés Manuel Aumente, sobre el diseño del iliturgitano, Antonio González Orea. Mismo año en el que se le otorgó el patronazgo sobre la Iglesia Jiennense por San Juan XXIII.

A las plantas de la Reina de nuestros corazones, dos ángeles. Uno de ellos le ofrece a la Virgen de la Cabeza el bastón de Alcaldesa Perpetua de la Ciudad de Andújar, el otro muestra a los fieles la Medalla de Oro otorgada por el corporación municipal iliturgitana a su Patrona.

Por otro lado, el fajín de Capitán de los Ejércitos de España junto a la Cruz Laureada de San Fernando, penden de la media luna de plata que realza, más si cabe, la belleza de la Imagen. Justamente debajo de él, la Rosa de Oro, otorgada por Benedicto XVI a la Virgen de la Cabeza en el Año Jubilar 2009, nace entre las rocallas de la Sierra de Andújar.

Arrodillado, como en aquel 12 de agosto de 1227, Juan Alonso de Rivas se presenta en la parte inferior del risco, bajo el chaparro, del que florece una campanilla de plata que repica jubilosa por la Aparición de Nuestra Madre. Risco, exaltado con diferentes adornos florales, en los que podemos encontrar margaritas normales y de botón, lavanda, mejorana o siempre viva, además del hermoso conjunto de nardos que adornan toda la escena.

Así mismo, en este efímero Cerro de la Cabeza que la Cofradía Matriz ha querido representar, podemos contemplar pájaros y mariposas, símbolos de que el amanecer del dichoso 12 de agosto está a punto de hacerse realidad. De igual manera, en la parte trasera, como telón de fondo, la gloria que el pintor Luis Aldehuela dibujará y que hoy se convierte en majestuoso cielo, lleno de alegría en aquella noche que se hizo día.

La Imagen de Ntra. Sra. de la Cabeza, como decíamos al comienzo del artículo, se muestra sin saya y su Divino Hijo sin mantolín, sin rostrillo enmarcando el moreno rosto de la Señora, sin nada más que un manto y sus coronas. Recreando así, de manera perfecta su gloriosa Aparición. Esto ha sido una realidad gracias a que la Cofradía Matriz, según afirma la corporación, aprovecha las circunstancias especiales de la pandemia, en la que no puede celebrarse la Procesión, para mostrar a la Talla tal y como es, y, que así, todos los devotos puedan disfrutar de su belleza. Los romeros ya pudieron contemplar la hermosura de la Imagen desde el año 1992, en el que, siendo Hermano Mayor de la Cofradía Matriz, Francisco Expósito Mena, fue restaurada y mostrada como hoy, en la fiesta de la Aparición, convirtiéndose en una tradición hasta el año 2001, en el que se consideró que la Talla sufría multitud de desperfectos en los traslados de las andas al altar y viceversa sin estar protegida por su vestimenta.

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