Páginas

sábado, 15 de mayo de 2021

REFLEXIONES DE LA PALABRA (DXI). Solemnidad de la Ascensión

 

 
Hoy las lecturas de la palabra de Dios nos ofrecen dos relatos de la Ascensión del Señor a los cielos. Uno en el texto del evangelio, que constituye la conclusión del evangelio de san Marcos; y otro, que leemos todos los años, en la primera lectura, tomada del comienzo del libro de los Hechos de los Apóstoles, la cual quiere presentarnos a Jesús como el Señor que se sienta a la derecha del Padre como rey de todo el universo, y que viene a decirnos que Cristo resucitado después de aparecerse a los apóstoles durante cuarenta días, hablándoles del reino de Dios, fue elevado al cielo, a lo que san Lucas añade la promesa del Espíritu Santo que fortalecerá a los discípulos de Jesús, para que puedan ser sus testigos en todas las naciones.

Y es que en la fiesta de la Ascensión celebramos que Cristo ha cumplido su misión y que regresa al punto de partida, al cielo, a la derecha del Padre, donde estaba ya desde antes de la creación del mundo. Pero fijaos en una cosa: El Cristo que asciende a los cielos es el Hijo encarnado. No es un espíritu, sino que es verdadero Dios y verdadero hombre. Por tanto, en la Ascensión, vemos como la condición humana es glorificada, y encuentra su meta. Jesús no se despoja de su humanidad para subir al cielo, que va. Se la lleva con Él a la gloria, y como sumo sacerdote, entra en el santuario del cielo, revestido de la estola de la inmortalidad.

Eso si, a partir de ahora, la presencia de Jesús ya no es una presencia visible, sino que, mientras esperamos su segunda venida, su retorno glorioso, tenemos que descubrir su presencia por medio de la fe, y verla hecha realidad en los sacramentos, sobre todo en la Eucaristía.

Vamos a pedirle, pues, a la Virgen María que no nos quedemos pasmados mirando al cielo, cruzados de brazos, esperando que el Señor vuelva, sino que mantengamos nuestra esperanza activa, comprometiéndonos en trabajar por lograr un mundo mejor en el que se haga presente el Reino de Dios.


Mn. Ramón Clavería Adiego;
Director espiritual de Abril Romero.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Hola, bienvenid@ a Abril Romero. Deje su mensaje o saludo.