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miércoles, 22 de agosto de 2012

ENTREVISTA: María Higueras Amorós (2012)


María Higueras es una de las romeras más antiguas al Cerro del Cabezo. Natural de Rute (Córdoba), es miembro de la Junta de la Real Cofradía de esta localidad desde su juventud. Hablar con ella sobre la Virgen de la Cabeza es hablar de su propia vida.

¿Dicen que lleva usted tantos años acudiendo al Santuario que fue quien le indicó a Juan de Rivas por dónde se subía al Cerro del Cabezo?

Eso es demasiado, pero vaya, será porque llevo 61 años subiendo al Cerro y a que, desde mi niñez, mis padres me inculcaron la devoción a la Virgen de la Cabeza.


¿Cómo fue la primera vez que subió al Santuario?

Bueno, mis padres, en un principio, no me dejaban ir. Mi madre sobre todo. Eran algo antiguos, y pensaban que me podía pasar algo. Y yo tenía muchísimas ganas. Recuerdo con cariño que el primer año que asistí a la romería, con 17 años, estaba de presidente en la cofradía de Rute Francisco Salcedo Repullo quien se presentó en mi casa a pedirles permiso, diciéndoles que no había peligro de nada y que se hacía él responsable de mi; y al final –mi madre sobre todo, que era la más reticente- acabaron dejándome. Ya entonces mi abuelo iba a Andújar en burro, por el fervor que tenía a la Virgen, y mi madre me decía que yo me parecía mucho a él. Aquel año subimos 6 mantillas en autobús. Luego el número fue aumentando. En aquellos tiempos no había casa de la Cofradía. Había un trozo de patio en el mismo sitio que está ahora, pero nada más. Llovió y tuvimos que dormir en el autobús. Y esto pasaba casi todos los años. De esta manera, hiciese el tiempo que hiciese, siempre iba, y cada vez me gustaba más.

¿Cómo se vivía entonces la romería?¿Y cómo se vive ahora?

Entonces no se vivía como ahora. Como acabo de decir, íbamos al Cerro del Cabezo sólo unas cuantas mantillas. Tampoco había tiendas de campaña ni carretas, y la gente de la Cofradía iban todos a la casa de Rute. Toda la gente estaba allí junta, contentos porque iban a ver a la Virgen. Desde entonces hasta hoy la romería ha cambiado mucho. También para bien –por ejemplo, se ha quitado de la plaza el botellón, que era una vergüenza-. Ahora asiste el Coro de romeros de la Cofradía con trajes de flamencos, se canta en la Misa destinada a nuestro pueblo (la Misa del Pastor, que celebra muchos años D. Ramón y que me emociona el verlo diciéndonos la Misa en el Santuario) y en las calzadas durante la procesión.


Podría contarnos alguna anécdota….

Uy, podría contar muchas, porque sesenta y un años, dan para muchas. Ya he contado la de los autobuses…. Luego, un año, con unas coronitas de las que rodean los pasteles de dulce hicimos unas coronas, y con tiras de papel higiénico nos hicimos unas bandas y nos coronaron reina y damas de honor de la Virgen en el Santuario. Entonces me llamaron “Reina de la romería”…. Y en los viajes…. Ay… tantas cosas que han pasado en los autobuses yendo y viniendo al pueblo…. Y las travesuras que me hacen siempre en el hotel los jóvenes por las noches…. Les grito, pero en el fondo estoy contenta, porque eso quiere decir que me quieren y que me tienen confianza; porque además, muchos me piden que sea su madrina de bautismo romero –tengo que decir, con orgullo, que soy la madrina de bautismo romero de D. Ramón, el sacerdote que nos acompaña siempre al Cerro, y que escribe en Canal Romero-. Me podría pasar horas contando cosas.


¿Qué momentos de la romería vive más intensamente?

Delante de la Virgen. Me emociona. Como estoy mayor ya me cuesta subir la calzada, y me tienen que ayudar muchas veces. Pero delante de la Virgen, cuando nos presentamos ante Ella y subo al camarín, me emociono de verdad.


Pero para usted no todo es la romería, sino que también vive intensamente su Cofradía de Rute…

Vivo de maravilla en mi Cofradía. He de decir que, desde la primera vez que asistí, me dejaron el encargo de guardar en mi casa las bandas que llevaban los romeros, además de los banderines de las muchachas que se vestían de mantilla, bordados por ellas mismas. Desde entonces vengo haciendo lo que pueda hacer. Estos días, por ejemplo, he estado preparando “chuletillas” para la caseta de la Feria y para la verbena que celebraremos dentro de poco en Rute. También me pillo yo solita la calle más grande de Rute –la calle Priego- todos los años para repartir programas y pedir para la Virgen. Y es curioso, porque no me cierran ninguna puerta en toda la calle, y mira que es larga.
Sigo en la Cofradía con mucha ilusión. Soy la de más edad y también la más veterana de la Junta de Gobierno. La gente dice que soy mayor, pero yo sigo. Ahora además, estoy muy contenta con toda la gente joven que ha entrado en la Cofradía, y que ha hecho que haya personas de muchas edades en la Junta. Pero estoy muy a gusto con la gente joven, que trabaja mucho. Además, también canto en el Coro de Romeros de la Cofradía. Allí también estoy muy a gusto, porque es casi todo gente joven, y aunque tengo mis años, pues me siento contenta con ellos. Y todos los días, voy a la parroquia a rezar laudes con otras personas, y rezamos en la capilla del Señor, pero que está juntito a donde está Ella, y así rezo por todos a la Virgen a diario.


Finalmente, María, ¿qué le pediría a la Santísima Virgen?

Pues lo primero de todo que me dé salud, a mi y a mi familia. Lo demás en la vida vendrá solito. Yo vivo sola y la soledad es muy mala. Además, desde que faltan mis padres y con los calores del verano….. Pues le pido a la Virgen que siempre esté conmigo, me acompañe y me ayude.


¿Algo que decir para terminar, María?

Claro que sí, en Rute es muy conocido lo que siempre digo:

¡¡¡VIVA NUESTRA MADRE!!!


Artículo: Antonio Arcos
CANAL ROMERO

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