María Higueras es una de las romeras más antiguas al Cerro del Cabezo.
Natural de Rute (Córdoba), es miembro de la Junta de la Real Cofradía de esta localidad
desde su juventud. Hablar con ella sobre la Virgen de la Cabeza es hablar de su propia vida.
¿Dicen que lleva usted tantos
años acudiendo al Santuario que fue quien le indicó a Juan de Rivas por dónde
se subía al Cerro del Cabezo?
Eso es demasiado, pero vaya, será
porque llevo 61 años subiendo al Cerro y a que, desde mi niñez, mis padres me
inculcaron la devoción a la
Virgen de la
Cabeza.
¿Cómo fue la primera vez que
subió al Santuario?
Bueno, mis padres, en un
principio, no me dejaban ir. Mi madre sobre todo. Eran algo antiguos, y
pensaban que me podía pasar algo. Y yo tenía muchísimas ganas. Recuerdo con cariño que el primer
año que asistí a la romería, con 17 años, estaba de presidente en la cofradía
de Rute Francisco Salcedo Repullo quien se presentó en mi casa a pedirles
permiso, diciéndoles que no había peligro de nada y que se hacía él responsable
de mi; y al final –mi madre sobre todo, que era la más reticente- acabaron
dejándome. Ya entonces mi abuelo iba a
Andújar en burro, por el fervor que tenía a la Virgen, y mi madre me decía
que yo me parecía mucho a él. Aquel año subimos 6 mantillas en
autobús. Luego el número fue aumentando. En aquellos tiempos no había casa
de la Cofradía. Había
un trozo de patio en el mismo sitio que está ahora, pero nada más. Llovió y
tuvimos que dormir en el autobús. Y esto pasaba casi todos los años. De esta manera, hiciese el tiempo
que hiciese, siempre iba, y cada vez me gustaba más.
Entonces no se vivía como ahora.
Como acabo de decir, íbamos al Cerro del Cabezo sólo unas cuantas mantillas. Tampoco
había tiendas de campaña ni carretas, y la gente de la Cofradía iban todos a la
casa de Rute. Toda la gente estaba allí junta, contentos porque iban a ver a la Virgen. Desde entonces hasta hoy la
romería ha cambiado mucho. También para bien –por ejemplo, se ha quitado de la
plaza el botellón, que era una vergüenza-. Ahora asiste el Coro de romeros de la Cofradía con trajes de
flamencos, se canta en la Misa
destinada a nuestro pueblo (la
Misa del Pastor, que celebra muchos años D. Ramón y que me
emociona el verlo diciéndonos la
Misa en el Santuario) y en las calzadas durante la procesión.
Podría contarnos alguna
anécdota….
Uy, podría contar muchas, porque
sesenta y un años, dan para muchas. Ya he contado la de los autobuses…. Luego, un año, con unas coronitas
de las que rodean los pasteles de dulce hicimos unas coronas, y con tiras de
papel higiénico nos hicimos unas bandas y nos coronaron reina y damas de honor
de la Virgen
en el Santuario. Entonces me llamaron “Reina de la romería”…. Y en los viajes…. Ay… tantas
cosas que han pasado en los autobuses yendo y viniendo al pueblo…. Y las
travesuras que me hacen siempre en el hotel los jóvenes por las noches…. Les
grito, pero en el fondo estoy contenta, porque eso quiere decir que me quieren
y que me tienen confianza; porque además, muchos me piden que sea su madrina de
bautismo romero –tengo que decir, con orgullo, que soy la madrina de bautismo
romero de D. Ramón, el sacerdote que nos acompaña siempre al Cerro, y que
escribe en Canal Romero-. Me podría pasar horas contando
cosas.
¿Qué momentos de la romería vive
más intensamente?
Delante de la Virgen. Me emociona. Como estoy
mayor ya me cuesta subir la calzada, y me tienen que ayudar muchas veces. Pero
delante de la Virgen,
cuando nos presentamos ante Ella y subo al camarín, me emociono de verdad.
Pero para usted no todo es la
romería, sino que también vive intensamente su Cofradía de Rute…
Vivo de maravilla en mi Cofradía.
He de decir que, desde la primera vez que asistí, me dejaron el encargo de
guardar en mi casa las bandas que llevaban los romeros, además de los
banderines de las muchachas que se vestían de mantilla, bordados por ellas
mismas. Desde entonces vengo haciendo lo
que pueda hacer. Estos días, por ejemplo, he estado preparando “chuletillas”
para la caseta de la Feria
y para la verbena que celebraremos dentro de poco en Rute. También me pillo yo
solita la calle más grande de Rute –la calle Priego- todos los años para
repartir programas y pedir para la Virgen. Y
es curioso, porque no me cierran ninguna puerta en toda la calle, y mira que es
larga.
Sigo en la Cofradía con mucha
ilusión. Soy la de más edad y también la más veterana de la Junta de Gobierno. La gente
dice que soy mayor, pero yo sigo. Ahora además, estoy muy contenta con toda la
gente joven que ha entrado en la
Cofradía, y que ha hecho que haya personas de muchas edades
en la Junta. Pero
estoy muy a gusto con la gente joven, que trabaja mucho. Además, también canto en el Coro
de Romeros de la Cofradía. Allí
también estoy muy a gusto, porque es casi todo gente joven, y aunque tengo mis
años, pues me siento contenta con ellos. Y todos los días, voy a la
parroquia a rezar laudes con otras personas, y rezamos en la capilla del Señor,
pero que está juntito a donde está Ella, y así rezo por todos a la Virgen a diario.
Finalmente, María, ¿qué le
pediría a la Santísima Virgen?
Pues lo primero de todo que me dé
salud, a mi y a mi familia. Lo demás en la vida vendrá solito. Yo vivo sola y
la soledad es muy mala. Además, desde que faltan mis padres y con los calores
del verano….. Pues le pido a la
Virgen que siempre esté conmigo, me acompañe y me ayude.
¿Algo que decir para terminar,
María?
Claro que sí, en Rute es muy
conocido lo que siempre digo:
¡¡¡VIVA NUESTRA
MADRE!!!
Artículo: Antonio Arcos
CANAL ROMERO
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Hola, bienvenid@ a Abril Romero. Deje su mensaje o saludo.